ENTENDER LA DEPRESIÓN
Entender la
depresión
Los pacientes que acuden a mi
consulta porque se encuentran deprimidos, muy a menudo me hacen preguntas que
les permiten entender un poco qué les está pasando y por qué.
¿Por qué me pasa esto?
La depresión no tiene una sola
causa. Por lo general las personas que desarrollan una depresión suman una
serie de factores que les llevan a sentirse deprimidos.
Hay un componente endógeno, es
decir, interno, relacionado con la genética
y la biología. Algunas personas nacen con una predisposición genética a la
depresión, o lo que es lo mismo, son más vulnerables a padecerla. Esto se
observa en pacientes que tienen familiares cercanos con antecedentes de
depresión, ansiedad y otros trastornos psicológicos.
Por otra parte, los rasgos de personalidad también
influyen. Influyen en la manera en que
nos relacionamos, en que disfrutamos de las experiencias vitales, la manera en
que interpretamos la realidad… etc.
Una persona pesimista, con baja
autoestima, introvertida, ó dependiente tendrá más vulnerabilidad a la
depresión por su manera de entender y pensar acerca de los acontecimientos
vitales. Puede que tenga relaciones sociales menos gratificantes o que dependa
excesivamente de los demás para ser feliz.
Por otra parte, la resiliencia (los
recursos que una persona tiene para enfrentar y resolver problemas) es un
factor importante en el desarrollo de la depresión.
La persona que tiene recursos adecuados de afrontamiento
valora adecuadamente los problemas, y es capaz de encontrar soluciones
adecuadas a las exigencias y demandas del entorno.
Y no podemos olvidar los factores exógenos, o externos a la
persona. Estos factores ambientales son muchas veces el desencadenante del episodio
depresivo. Puede ser la pérdida de un ser querido, de un empleo, de una pareja…etc.
¿Por qué estoy tan
apático y no disfruto como antes de las cosas?
Cuando una persona sufre una depresión entra en un círculo
vicioso del que a veces no puede salir por sí mismo.
Imaginemos una persona que sufre
una pérdida importante en su vida y desarrolla un episodio depresivo. Como uno
de los síntomas más importantes de la depresión es la APATÍA (desmotivación, falta de energía) esta persona se encuentra
sin ganas de hacer nada, y va dejando de lado las actividades gratificantes que
hacía (salir a cenar, quedar con gente, leer…etc.). Además, otro síntoma de la
depresión es la ABULIA (la persona
disfruta menos haciendo las cosas que antes le resultaban placenteras). Estos
dos síntomas provocan INACTIVIDAD, la
cual produce una pérdida de reforzadores positivos. Los reforzadores positivos
son todas aquellas actividades placenteras que nos ayudan a sentirnos bien,
como cualquier hobbie o afición, las relaciones sociales, el cuidado de uno
mismo…etc.
Y la PÉRDIDA DE REFORZADORES, inevitablemente produce que la persona se
encuentre cada vez más deprimida, pues ya no realiza esas actividades que antes
le hacían sentir bien. Como está más deprimida, está más inactiva, y por tanto
va dejando de hacer más y más actividades.
Entramos así en el círculo vicioso de la depresión:
Por ello, un paso fundamental
para salir de la depresión es ROMPER CON
EL CÍRCULO VICIOSO: activarse, empezar a hacer cosas gratificantes para ir
elevando nuestro estado de ánimo. Esto no es sin duda una tarea sencilla,
puesto que precisamente a la persona, cuando está deprimida, le cuesta
muchísimo hacer cualquier actividad. Pero es necesario vencer esta resistencia
o desgana inicial para dar los primeros
pasos en la superación de este trastorno.
Úrsula Perona
Psicóloga del Centro Psicomar.
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