MUTISMO SELECTIVO: PAUTAS PARA EL ÁMBITO EDUCATIVO
Estas son algunas pautas y orientaciones que podrían ayudar a niños que tienen mutismo selectivo:
- Crear un clima de confianza, seguridad y aceptación en el aula.
- Evitar la sobreprotección, responsabilizarlo/a de sus acciones como a cualquier otro niño.
- Favorecer el desarrollo y la autonomía de la niña, asignando pequeñas actividades dentro del aula como, por ejemplo: borrar la pizarra, ayudar a repartir materiales, acompañar a un niño…
- Respetar su turno durante las actividades de participación establecidas.
- Incrementar el vínculo afectivo con la niña, aumentando la interacción con ella (contacto físico cariñoso, utilización de elogios en privado y en público, contar con ella para todas las actividades planificadas en el aula).
- Evitar hablar por la niña o que otros niños hablen por ella, explicando su demanda.
- Evitar burlas o desprecios por parte de otros niños.
- Evitar comparaciones con otros compañeros.
- Ofrecer ayuda al niño en los inicios de las actividades, para la incorporación a la misma y así evitar aislamiento o la no participación.
- No forzarlo/a a hablar en situaciones sociales donde presenta ansiedad excesiva.
- Programar actividades que involucren el contacto físico con otros niños (cosquillas, abrazos, formar grupos…).
- Planificar actividades o juegos de producción de sonidos y comunicación corporal (imitación de gestos, adivinar objetos mediante mímica, palmadas, golpes con los pies…).
- Diseñar o planificar actividades en rincones en pequeños grupos en los que se facilite el intercambio verbal con los compañeros, como juegos de roles, cartas, adivinanzas…
- Planificar momentos en que el profesor debe realizar una pregunta sencilla (al principio se solicitará una respuesta de una sola palabra y luego se planteará preguntas que requiera mayor longitud en su respuesta). Al principio estos intercambios serán en solitario, no delante de otros espectadores. Y siempre sin exigir, presionar ni coaccionar de ninguna manera. Simplemente invitándolo/a a responder.
- Es muy importante el manejo de contingencias: cuando hable o haga intercambios comunicativos de cualquier tipo, premiar con alabanzas o pequeños privilegios que supongan un estímulo para el pequeño. Si por el contrario no emite la respuesta que deseamos (en este caso, no hablar), evitamos regañar, apremiar, “echar en cara” o cualquier comentario negativo al respecto.
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