MUTISMO SELECTIVO: PAUTAS PARA EL ÁMBITO EDUCATIVO

Estas son algunas pautas y orientaciones que podrían ayudar a niños que tienen mutismo selectivo:


  1. Crear un clima de confianza, seguridad y aceptación en el aula. 
  2. Evitar la sobreprotección, responsabilizarlo/a de sus acciones como a cualquier otro niño. 
  3. Favorecer el desarrollo y la autonomía de la niña, asignando pequeñas actividades dentro del aula como, por ejemplo: borrar la pizarra, ayudar a repartir materiales, acompañar a un niño…
  4. Respetar su turno durante las actividades de participación establecidas.
  5. Incrementar el vínculo afectivo con la niña, aumentando la interacción con ella (contacto físico cariñoso, utilización de elogios en privado y en público, contar con ella para todas las actividades planificadas en el aula).
  6. Evitar hablar por la niña o que otros niños hablen por ella, explicando su demanda. 
  7. Evitar burlas o desprecios por parte de otros niños. 
  8. Evitar comparaciones con otros compañeros. 
  9. Ofrecer ayuda al niño en los inicios de las actividades, para la incorporación a la misma y así evitar aislamiento o la no participación.
  10. No forzarlo/a a hablar en situaciones sociales donde presenta ansiedad excesiva. 
  11. Programar actividades que involucren el contacto físico con otros niños (cosquillas, abrazos, formar grupos…).
  12. Planificar actividades o juegos de producción de sonidos y comunicación corporal (imitación de gestos, adivinar objetos mediante mímica, palmadas, golpes con los pies…).
  13. Diseñar o planificar actividades en rincones en pequeños grupos en los que se facilite el intercambio verbal con los compañeros, como juegos de roles, cartas, adivinanzas…
  14. Planificar momentos en que el profesor debe realizar una pregunta sencilla (al principio se solicitará una respuesta de una sola palabra y luego se planteará preguntas que requiera mayor longitud en su respuesta).  Al principio estos intercambios serán en solitario, no delante de otros espectadores. Y siempre sin exigir, presionar ni coaccionar de ninguna manera. Simplemente invitándolo/a a responder. 
  15. Es muy importante el manejo de contingencias: cuando hable o haga intercambios comunicativos de cualquier tipo, premiar con alabanzas o pequeños privilegios que supongan un estímulo para el pequeño. Si por el contrario no emite la respuesta que deseamos (en este caso, no hablar), evitamos regañar, apremiar, “echar en cara” o cualquier comentario negativo al respecto.


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