LA PERSONALIDAD EVITATIVA
Las personas con un estilo de personalidad evitativa se caracterizan por sentir un temor exagerado al rechazo y a la humillación por parte de los demás. Desean las interacciones sociales y sienten necesidades de afiliación, aunque suelen rechazar directa o indirectamente el contacto social por el temor a la crítica o el rechazo. Sus relaciones sociales se suelen limitar a la familia cercana, la pareja y algún amigo íntimo.
Algunas de las características de la personalidad evitativa
- Prefieren lo conocido, habitual y rutinario y son reticentes a establecer nuevos vínculos.
- Cuando no conocen a una persona se esconden tras una máscara de amabilidad, cortesía y distancia emocional.
- Tienen pocos amigos y se sienten muy unidos a la familia con la que establecen vínculos profundos y duraderos.
- La confianza en sí mismos aumenta en relaciones sólidas, duraderas y familiares.
- Manifiestan una preocupación excesiva a lo que piensen los demás sobre ellos. Necesitan la aprobación de otros para sentirse bien consigo mismos.
- Tienen un comportamiento social educado y comedido.
- Comportamiento discreto, no emiten juicios infundados sobre los demás.
- Presentan grandes ansias por el saber.
- Invierten grandes energías en explorar el terreno de la fantasía, la imaginación y la creación.
- Algunos sujetos pueden desarrollar estrategias de afrontamiento contrafóbicas, llevando a cabo comportamientos que son los que precisamente temen.
- Evitan la ambigüedad y prefieren conocer bien las expectativas del otro.
Este patrón de personalidad resulta muy desadaptatio porque aísla a la persona de relaciones sociales y actividades. El tratamiento va encaminado a mejorar las habilidades sociales y comunicativas, entrenamiento en relajación para reducir la ansiedad, mejorar la autoestima, reestructuración cognitiva…etc. con el fin de conseguir el bienestar emocional del paciente y una adecuada adaptación social.
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