¿Es el fracaso escolar una consecuencia de la ansiedad infantil?

 

La ansiedad es una respuesta de miedo intenso ante situaciones estresantes o temidas, las cuales desencadenan una serie de respuestas fisiológicas y cognitivas en el organismo con el fin de afrontar ese peligro.

Tener un cierto grado de ansiedad no siempre es malo, al revés puede ser positivo ya que nos mueve a actuar. Por ejemplo, estudiamos con más esfuerzo ante el miedo a suspender. Sin embargo, si se da una ansiedad excesiva o esta se presenta en situaciones cotidianas no ayudará como una función adaptativa sino todo lo contrario, se vuelve contra nosotros.

Si nos lo llevamos al ámbito infantil veremos que niños que acumulan suspensos suele deberse a una baja autoestima, dándose una poca motivación hacia el estudio y en el mayor de los casos presentan ansiedad anticipatoria. Son muchos los niños que se ponen muy nerviosos ante un próximo examen, sufren ansiedad y cómo resultado llegan a presentar molestias gastrointestinales, diarreas, dolor de cabeza...

Un problema muy sonado en niños es que se “quedan en blanco”, esto también se desencadena por la ansiedad. Se “bloquean” cuando llega el momento de hacer el examen. Nosotros como padres no entendemos cómo es posible ya que en casa se lo sabía, pero es llegar al examen y está tan estresado que no puede responder.

El niño se ve superado, esto le provoca un gran malestar. A menudo se crea la imagen de que los niños con fracaso escolar son aquellos que no se esfuerzan lo suficiente, que les da igual… Sin embargo, no es así.

Muchos niños con fracaso escolar llegan a mi consulta y me cuentan que el problema es que “son tontos”, “burros”, “no sé cómo lo hago que siempre suspendo”...

Estos niños suelen presentar un profundo malestar, lloran, tienen sentimientos de incapacidad… A muy pocos niños les da igual suspender. Es una realidad que el sistema educativo que tenemos ayuda poco a aquellos pequeños que presentan alguna dificultad, aunque sea pequeña.

Nosotros como padres ante el fracaso escolar debemos buscar ayuda y asesoramiento para poder a su vez dar apoyo a nuestros hijos. Así lograremos que no solo se enfrenten a los exámenes con una mayor seguridad, sino que estén bien con ellos mismos.